Dentro del curso "ABP: hacia un aprendizaje integrado presencial y a distancia." Nos proponen en la segunda unidad del curso una actividad voluntaria para realizar en nuestro diario de aprendizaje en la que nos animan a preguntarnos cuál ha sido hasta este momento nuestra práctica cooperativa. Os dejo en esta entrada mi reflexión sobre el aprendizaje cooperativo desde mi experiencia personal.
Mi experiencia con este tipo de aprendizaje no es tan amplia como a mi me gustaría. Lo he implementado en el aula desde hace unos cinco años, pero me ha costado bastante pues ha habido cambios de centro en ese tiempo y en ninguno de ellos se usaba esta práctica por lo que mis alumnos tardaban en entenderla y en tomársela en serio.
Para empezar, estoy un tiempo estudiando a mis alumnos para luego poder formar grupos heterogéneos, no solo en su conocimiento de la materia sino también en su forma de trabajar. Una vez establecidos los grupos paso a la siguiente parte que es la de explicar los diferentes roles y que éstos son rotatorios. En cuanto a las estrategias uso varias de ellas dependiendo de la intención o lo que estemos trabajando en ese momento. Por ejemplo, si quiero saber sus conocimientos previos uso la técnica “lo que sé y lo que sabemos” o si quiero presentar contenidos que sé que han trabajado en cursos anteriores escojo la técnica “los cuatro sabios”.
En general suelo ceñirme a tres o cuatro técnicas ya que la ser la única docente del grupo que las usa necesito que mis alumnos la interioricen para no dilatarnos mucho en la explicación de las técnicas. Por lo general, cuando ya la hemos usado unas pocas veces, con decir el nombre los alumnos ya saben lo que hay que hacer.
Como se puede desprender de la lectura nunca la he utilizado en combinación con otros docentes, pero creo que sería lo mejor. Lo proyectos interdisciplinares me parecen mucho más interesantes y dinámicos y, además, como profesora de idioma crea la necesidad en el alumno de saber la lengua extranjera para usarla en un contexto que no es el cerrado del aula. La única dificultad que podría existir en este tipo de enseñanza interdisciplinar es la necesidad de coordinación de todos los docentes implicados, pero creo que con la implicación del equipo directivo y una reorganización de horarios podría ser viable sin duda.
En cuanto a la forma de trabajar ahora el aprendizaje cooperativo, en esta situación de distanciamiento entre alumnos en las aulas, la veo un poco más complicada pero no imposible. Hay que tener en cuenta que en estos dos últimos años hemos usado más herramientas digitales y plataformas que en los 15 anteriores. Hay herramientas de colaboración muy buenas y además ofrecen la ventaja de poder usarlas de manera sincrónica o asincrónica. Creo que es cuestión de estudiar la herramienta o herramientas más convenientes y lanzarse a ello.
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