Estamos, como se suele decir, "en capilla". Pasado mañana, 13 de septiembre, comienzan las clases los alumnos de secundaria y bachillerato en Asturias. El primer día siempre genera nervios a profesores y alumnos sin excepción. Es verdad que los nuevos lo pasan algo peor, pero los que llevamos años en esto no lo pasamos bien del todo.
El primer día, como ya os contaba en el post del mismo nombre (aquí) es el más importante. La primera impresión es fundamental y ese día debemos mostrarnos a nuestros alumnos tal y como queremos que nos vean el resto del curso.
En mi primer día procuro sentar las bases de lo que quiero y espero de ellos durante el curso y de como serán las clases de inglés. Nada más entrar en el aula espero su silencio sin mandarles callar. Y empiezo con algo así como: "Bien, ahora que hay silencio, comenzamos." Cambio al inglés y les doy la bienvenida al centro o al aula y les digo mi nombre que apunto en el encerado y les voy preguntando su nombre uno a uno. Luego, en inglés, en español o en una mezcla de los dos - dependiendo de los niveles, les pregunto que esperan ellos del curso y les digo lo que yo espero de ellos.
La parte en la que les digo lo que espero de ellos es importante ya que es aquí donde aprovecho para dejar claras las normas del aula y las consecuencias de su incumplimiento. Suelo poner algún ejemplo para que queden bien claras desde el principio. Lo siguiente que hago es hablar de la materia: contenidos, libro de texto, material necesario, política de deberes y exámenes y los criterios de calificación de la asignatura. Independientemente del curso de la ESO les preparo una hoja resumen de todas esas cosas que tiene que traer firmada por ellos y sus padres al día siguiente. Esa hoja debe permanecer en su cuaderno de clase.
El tiempo empleado en todo esto es inversamente proporcional a la edad, cuanto mayores son los alumnos menos tiempo se invierte, por eso es conveniente llevar un par de actividades rápidas que eviten que estemos cinco o diez minutos mirando para ellos esperando a que llegue el cambio de hora. Esto es muy mala señal. En cuanto a las actividades hay que procurar que sean dinámicas y que no se necesite papel ni boli (ahora la moda es venir el primer día con las manos en los bolsos) y si lo necesitas asegúrate de llevarlo. El primer día no se puede dejar nada a la imaginación.
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